
Un techo sobre mi cabeza
Al explorar la obra de William Gaber, se nos revela un lenguaje cifrado que encierra una profunda reflexión sobre el entorno habitable del ser humano. Su diálogo constante con lo edificado —en cierto modo, con la geometría— marca el pulso de gran parte de su producción artística. Cada pieza supone un desafío entre espacio y forma, una reconfiguración en el lienzo de la experiencia de transitar espacios construidos, sintetizados en color, figura y textura. En la obra de Gaber, la arquitectura se presenta como un contenedor de la vida. Un techo sobre mi cabeza es un proyecto que nace durante la residencia de William en Onomichi, Japón, en 2024. Su práctica se vio influenciada por las dinámicas espaciales y sociales de la región. Este contraste revela una paradoja urbana, y en su exploración, el artista cuestiona el vacío de los espacios deshabitados. Despojados de presencia humana, se transforman en vestigios, reduciendo la arquitectura a pura forma. William Gaber nos invita a recorrer esta exposición con una mirada reflexiva, explorando cómo la forma construye y redefine nuestra relación con el contexto. El artista transforma espacios tridimensionales en bidimensionales, incitándonos a pensar en cómo la arquitectura, despojada de su función, se convierte en una representación que cuestiona el significado de nuestra percepción. - Alberto Arceo, Curador

































