
Monumentos
Las obras que William Gaber ha producido para esta serie parten de lo que comúnmente podríamos llamar abstracción, pero me aventuro a saltarme esta categoría y pensar que el artista ha recurrido a una elementalidad de la materia plástica y escultórica para partir desde el punto cero del monumento, y apelar, además de a la serie de conceptos ya aludidos, a principios humanos como el juego, el aprendizaje y la experimentación del espacio. Gaber nos presenta un conjunto de esculturas y pinturas en las que ensaya una serie de monumentos potenciales, construidos a partir de un abecedario mínimo de formas, atravesados por una constante: el balance. Aquí, una de las propuestas del artista: si el monumento es la materialización de la estabilidad política, cultural o histórica, ¿se puede erigir un monumento que, desde su estructura, plantee lo contrario? ¿Podemos proponer un monumento frente al que hay que aguantar la respiración para que no colapse? En esta exposición, la galería se torna laboratorio o cuarto de juegos, para que el público recorra los monumentos, construyendo un recorrido y una experiencia particular. Aquí, ninguna pieza o idea es inamovible. Si algo permea este momento, es la vulnerabilidad, la posibilidad del arte de proponer una iconografía urbana que confronte la imposición y el autoritarismo y, por el contrario, articule su discurso en la imaginación, la transformación constante y la belleza. - Raúl Rueda, Curador


































